SIMBOLISMO: El cielo parece azul, pero no lo es. Su color es una ilusión luminosa: la dispersión de Rayleigh, el engaño de la luz. El azul nos recuerda lo frágil de lo humano, lo terrenal del artificio. Entre la mirada y la distancia, el color se vuelve advertencia y promesa: frontera entre lo que creemos y lo que es. Mirar hacia arriba es un gesto de fe, un intento de abandonar lo terreno para tocar la claridad. Texto completo en: https://www.talismangrafico.com/cartografos